El gas deja de entrar en la subasta de la luz en plena negociación del Gobierno con Europa para toparlo
La fuerte caída del precio de la subasta diaria de la luz en los últimos días se explica porque no ha entrado nada de gas en el pool que fija dicho precio, aparte de que hay más generación renovable (más horas de sol y más viento). Esta desaparición del gas -considerado el culpable de la escalada del recibo eléctrico- se produce en plena negociación de España con la Comisión Europea para que Bruselas autorice al Gobierno a poner un tope al gas, en un nuevo ataque a la seguridad jurídica muy criticado por el sector, y quita presión a las autoridades comunitarias para autorizarlo.
El precio medio de la luz en el mercado regulado se situará este miércoles en 85,19 euros/MWh, el nivel más bajo de lo que va de año, con un máximo de 148 euros y un mínimo de 6. En la subasta que fija estos niveles no han participado las centrales de gas (ciclo combinado) en ninguna de las horas del día, como se puede comprobar aquí: Energía horaria por tecnologías.
¿Significa eso que España ha dejado de necesitar el gas para generar electricidad? No. Estas centrales siguen siendo imprescindibles porque hay picos de demanda que el resto de tecnologías no pueden cubrir. Pero en estos días lo que están haciendo es entrar en lo que se llama restricciones técnicas, que son los ajustes que realiza Red Eléctrica durante el día para casar oferta y demanda, en vez de en el pool.
Normalmente, estos ajustes añaden 2 ó 3 euros al precio diario, pero con esta práctica han llegado a sumar 35 y a suponer más del 15% de la producción, algo absolutamente excepcional. Este sobrecoste no aparece en el precio diario que publica el gestor del sistema (OMIE), pero sí se aplica en el recibo de la luz que pagamos finalmente.
Es más, la propia ausencia de las gasistas en el pool crea un problema de estabilidad en la red cuando hay demasiada generación renovable -por una serie de cuestiones físicas-, que obliga a Red Eléctrica a tirar de los ciclos combinados en ese mercado de restricciones para evitar que se caiga la red.
El precio del gas ha bajado con fuerza
Por otro lado, el precio del gas en España ha bajado bastante. En los mercados internacionales se mantiene en torno a 100 euros/MWh, pero España está importando masivamente desde Estados Unidos (y también desde Rusia, aunque en menor medida) a precios muy inferiores a los de Argelia, como explicó OKDIARIO. A esto se suma una menor demanda por la menor actividad de la industria que utiliza el gas de manera intensiva.
Algunas fuentes del sector explican que este menor coste de la materia prima puede explicar la caída del precio de la luz en las subastas. Pero eso justificaría que el gas puje a precios más bajos, no que desaparezca completamente del pool y que no puje en ninguna hora del día (ni siquiera por la noche, cuando no hay solar), como ha ocurrido.
Menor presión sobre Bruselas
Esta desaparición coincide con las negociaciones que mantiene el Gobierno con Bruselas para que le autoricen a poner un tope al precio al que puede pujar el gas. La Comisión Europea tiene grandes dudas sobre la medida por romper el mercado único, y parece descartado que dicho tope se sitúe en 30 euros por MWh (equivalente a unos 110 euros/MWh de electricidad), como también ha informado este medio.
El hecho de que el precio de la luz haya bajado tanto y de que el gas no sea el que marca el marginal quita presión a las autoridades comunitarias para dar vía libre a Pedro Sánchez para tomar esta medida, que las grandes eléctricas habían criticado muy duramente en las últimas semanas.